Compartiendo mesa con los dioses (V): ¿Cerveza= mc2?
Seguimos con la serie de artículos, pero poniendo el foco en otro aspecto de la alimentación y su conexión con lo divino: los templos y su papel como almacenes de alimentos.
Si nos fijamos en Mesopotamia (Sumeria, Babilonia, Asiria), los templos eran una suerte de centros administrativos y económicos donde el aceite, granos y semillas se almacenaban y cuyas transacciones quedaban registradas en tablillas de arcilla por sacerdotes (fueron los primeros registros contables, los primeros documentos). El templo de Eanna en Uruk, cumplía además la función de centro de distribución alimentaria.
Los templos del Antiguo Egipto tenían papeles y roles prácticamente idénticos a los templos mesopotámicos, almacenando además tesoros, importantes documentos y ofrendas.
Templos aztecas, mayas, y templos de la edad media tenían esas características, a lo que añadían el hecho de atesorar documentos con conocimientos, archivos a medida que las civilizaciones se desarrollaban.
Después de un poco de contexto, centremos la lupa; almacenaban grano, regulaban precios, asumieron el rol de banco de semillas, recaudaban impuestos en forma de ganado y de trigo, y añadiendo eran talleres de pan y de cerveza (en Egipto, el templo de Deir el-Medina alimentaba a obreros de tumbas reales). La donación de alimentos a templos cobró una fuerte relevancia.
Los préstamos de grano se cobraban con intereses en el templo de Deméter en Eleusis, en la Grecia clásica, además de redistribuir alimentos en épocas de escasez o hambrunas, como hicieron templos mayas.
¿Por qué los templos controlaban la economía?
-Autoridad divina: se creía que los dioses eran los verdaderos dueños de las tierras.
-Centralización: los templos evitaban crisis por malas cosechas.
- Control burocrático: los escribas (funcionarios del templo) mantenían el orden.
Pero no todo era jauja. En las sociedades antiguas, el control sobre los alimentos y el conocimiento asociado a ellos era una forma de poder estrechamente ligada al dominio religioso, político y económico. Los templos y las élites no solo gestionaban la distribución de alimentos, sino que también monopolizaban el saber agrícola, ritual y técnico relacionado con su producción, almacenamiento y simbolismo; registros de ciclos de siembra y cosecha, calendarios que predecían las crecidas del Nilo, métodos para evitar las plagas, incluso los cálculos para distribuir las raciones de pan y de cerveza estaban al alcance de unos pocos, como por ejemplo los monjes medievales.
Cálculos de rendimiento del grano, relaciones entre la cantidad de grano utilizado y el volumen obtenido de cerveza, recetas con las proporciones para elaborar pan, registros que anotaban el valor del cacao como moneda, medición de las ofrendas de ghee (mantequilla clarificada) en textos védicos fechados aproximadamente en el 1500 a. C., proporciones para el vino de arroz ceremonial chino en la China imperial...
La relación templo -alimentos- matemáticas era una constante que no permitía ver el fin de una y el inicio de otra, llegando a enseñar matemáticas a través de cálculos basados en necesidades alimentarias.
Y por ello se da un fenómeno curioso sobre el cual estoy investigando y profundizando con unos resultados jugosos que ya os iré adelantando.
Porque, si tenemos en cuenta que los templos no solo almacenaban alimentos, sino que ejecutaban “ecuaciones culturales” que vinculaban matemática, poder y sacralidad, ¿podemos entender que los templos son funciones matemáticas (máquinas), donde la "x" es lo que entra para ser transformado, y el resultado es lo obtenido por la transformación?
Ahí lo dejo.
Lee aquí el resto de artículos de la serie
Si quieres contribuir a Food Undercover, no dudes en escribirme
If you want to contribute to Food Undercover, feel free to write to me