Qué quiere ser Food Undercover
Un día tuve un sueño y cree Zouk Magazine. No puedo decir que saliera mal, pero tampoco que saliera bien. Después imaginé Food Undercover. Más de lo mismo. Dicen que a la tercera va la vencida.
Más o menos desde abril de 2018 y hasta junio de 2019, impulsé un portal de reflexión e información sobre gastronomía al que llamé Food Undercover. Además, le puse el subtítulo de Revista gastronómica clandestina, para darle un aura de misterio que la hiciera más apetecible. Intentaba ser un poco la continuación de lo que en su día fue Zouk Magazine, una revista en papel, pero digital, que es de las cosas que he hecho en esta vida de las que estoy más orgulloso.
Food Undercover no era solo reflexión gastronómica, también había nutrición, vinos, ciencia de los alimentos, historia de la alimentación y la gastronomía, y hasta relatos de ficción. Fue una aventura en la que, como de costumbre, sumé a los sospechosos habituales y algunos nuevos que se dejaron convencer. He tenido siempre la suerte de rodearme de gente que tiene más fe en mis proyectos que yo mismo.
En Food Undercover escribió gente como Jorge Guitián, Miquel Bonet, Eloi Horta, Maria Nicolau, David Valdivia, Júlia Valls Badia, Jordi Montell, Oscar Soneira, o la dietista-nutricionista Elena Carrillo Álvarez, entre muchos otros. Como se suele decir, fue corto pero intenso.
Apostamos por el contenido largo, el long format de los anglosajones, y artículos muy bien escritos. La idea, de nuevo, era intentar monetizar el contenido mediante suscripciones, pero en este país cuesta mucho que la gente pague por contenido de calidad que no sea entretenimiento puro y duro. Así que al final, un poco por la incapacidad de generar ingresos, en nada atribuible a la calidad y compromiso de lo que publicaban los colaboradores, y también por mi inestabilidad emocional –siempre ahí, siempre presente– la cosa naufragó.
Food Undercover permaneció allí, como uno de tantos blogs abandonados en internet, hasta hace menos un año, cuando por falta de actualización empezó a dar problemas y el sitio dejó de estar visible. Siempre he pensado que una publicación como Zouk Magazine o la misma Food Undercover era posible, y sobre todo necesaria, en un mundo de la comunicación gastronómica dominado por los contenidos intrascendentes de las redes sociales y muy centrada en los restaurantes.
Con mi gran amigo Josep Ruano Bou hablamos sobre la posibilidad de crear una revista gastronómica mixta, a medio camino entre lo digital y el papel, porque ambos somos unos románticos. Teníamos claro lo que nos gustaría hacer, pero al final los dos tenemos suficiente trabajo y problemas como para embarcarnos en otro proyecto con más incertidumbres que certezas. Pero yo soy muy contumaz en mis errores.
En eso aparecieron las newsletters y el panorama mejoró un poco bastante. El único problema es que hay que ir pescando contenidos aquí y allí, lo que quiere decir estar suscrito a más de una, de dos o de tres newsletters. Así que pensé, qué podía hacer.
Lo primero fue ofrecer mi propia newsletter para que todo aquel que quisiera, pudiera publicar en ella artículos sobre gastronomía. La respuesta fue buena y ya he publicado algunos artículos de Autores invitados. Pero ahí estaba, la web de Food Undercover hecha unos zorros y me sabía muy mal que por mi desidia, todo ese contenido se llegara a perder.
Así que he decidido trasladar parte de ese contenido de Food Undercover a una nueva newsletter en Substack. Pensaba que la migración iba a ser más fácil, y la cosa se ha complicado porque el sistema y las soluciones que ofrece esta plataforma no terminan de funcionar muy bien. Pero ya hay unos cuantos artículos y habrá más. Las cosas están un poco desorganizadas ahora mismo, pero ya las iré mejorando. En esta versión reloaded, he decidido mantener las mismas secciones que tenía la vieja Food Undercover.
En esta nueva newsletter, que será gratuita, es donde también publicaré los artículos de los autores invitados en Reflexiones de un gastrónomo angustiado y desde ahora, cualquiera que quiera contribuir a hacer más grande y mejor Food Undercover está invitado a hacerlo. Solo tiene que ponerse en contacto conmigo.
Food Undercover quiere ser una publicación colaborativa sobre gastronomía y cultura gastronómica. Se aceptan artículos en español, catalán, gallego, euskera, inglés, francés, italiano y, de hecho, en cualquier idioma. Hoy en día es fácil traducir cualquier contenido en línea, así que la lengua no debe y no puede ser un obstáculo, y además todos escribimos mejor en nuestro propio idioma. Así que, si quieres colaborar, no lo dudes y manda un mensaje. La apuesta sigue siendo la misma, long format y bien escritos, pero no sin demasiadas restricciones. Así que no te cortes y contribuye.
La idea es que esta nueva newsletter también sea donde, desde ya mismo, vaya a parar todo el contenido gratis que publicaba en Reflexiones de un gastrónomo angustiado. Quizás no inmediatamente, pero con el tiempo será así.
Como decía, la intención es mantener Food Undecover gratuita. Y esta vez, espero que vaya la vencida y que si muero, sea de éxito.
Ánimo con el nuevo-viejo proyecto; me parece una idea estupenda recuperar los textos y todas las colaboraciones del Food Undercover original y volver a poner en marcha la iniciativa. Gracias por el esfuerzo.